Quizá si lo lees completo descubras algo para tu vida…
Pareciera una corona de espinas común y corriente, pero para mí simboliza “proceso”. La nombré Cachita porque fue un regalo de la Virgen de la Caridad del Cobre y gracias a Dios tengo testigos de lo que escribo. Era un martes 5 de septiembre de 2023 cuando al llegar al apostolado observé la estatua de la Virgen y me preguntaba: ¿En verdad María tiene que estar en el Centro de las flores? ¿Qué tan especial es esta mujer?
Cabe mencionar que para mí la Virgen María aún no era significativa. No obstante, al mirar que una hermana de las Hijas de la Caridad estaba en el Jardín podando las plantas, me animé a pedirle un “gajito” de la planta. Ella intentó cortarla y no pudo, mencionó que lo intentaría luego. Acto seguido fui a mi servicio. Ese día llovió bastante y hubo vientos fuertes. Cuando regresé a la casa, observé que la Hermana tenía el tronco con todo y raíz de aquella planta que tanto deseaba. Ella dijo sonriendo: “Te lo manda la Virgen”.
Llegué a mi comunidad y por supuesto conté la historia. Seguía en mi mente la frase “te lo manda la virgen”. Hoy hago recuento de esto y se me viene a la mente lo que Claudina Thévenet interpretó en alguna ocasión: -“María no quiere que hagamos nada sin ella-” (Positio ). Y cada vez que observo a “Cachita” miró mi propia vida. Actualmente está en una maceta rota (frágil) y es simbólico en este proceso de sanación que ido teniendo. Sin embargo, florea, da vida, así como yo cuando me doy al otro. Tiene espinas que quizá simbolizan su protección, como algunas mascarás que aún tengo. Pero, en definitiva siempre vamos floreciendo poco a poco con ayuda de otros y del mismo Dios que se encarga de cuidarnos y respeta nuestro “tiempo”.
—Cristina Sonda Góngora njm